sábado, 6 de abril de 2013

Principio de-Singularidad

“Varios”, “todos dicen eso” “¡Pensamos igual!” “No te creas único”.

¿Y por qué no? Si lo soy. No hay en el mundo persona igual, idéntica a mí, y si la hay el simple hecho de que sea de otra parte del mundo o incluso de otra colonia o barrio de la ciudad en la que nací la hace diferente, todos somos únicos pero sucede un fenómeno de generalización, todos queremos ser iguales, nos da miedo la saparatidad como dice From en el arte de amar, alejarnos de los demás, pensar diferente, si lo hiciéramos estaríamos solos, nadie nos comprendería y por eso se evita, se crean grupos y tribus en los que se busca compartir ciertos ideales, ahora, la moda por definición es la imitación de un modelo dado ¿Por qué imitamos? La moda no existiría si fuéramos libres de pensamiento y seres singulares y únicos, quizás la ropa sea algo muy vano y por eso pondré otro ejemplo, en el momento en que comenzamos a modificar nuestro cuerpo… nos negamos a nosotros mismos, entramos en una negación de lo que se es, me viene de ejemplo el tema de los chuntaros que toca Octavio Paz en su libro El laberinto de la soledad, negamos la forma que tenemos y es difícil decirlo para mí porque soy partidario de la modificación corporal, pero a fin de cuentas es parte de una tendencia, queremos ser como tal o cual y nuestros amigos son los que también quieren ser como esa persona.

¿Quién crea esos modelos? Los llamare pseudo-artistas de hoy en día son meras fabricaciones corporativas y eso es lo que según yo la gente imita, ya sea a un artista o aun empresario, se imita lo que se leyó en un libro de auto ayuda, pero todas estas cosas están bajo el control de las corporaciones y si no lo creen véanlo como un proceso imaginativo, una realidad distinta pero muy real, se moldea a los artistas en la forma en que quieren que seamos para que los imitemos.

Volviendo a lo principal, tememos el ser únicos y hemos creado tantas formas para dejar de serlo, un tatuaje, pintarse el pelo, las perforaciones que si bien son ejemplos superficiales son el claro ejemplo de que siendo únicos nos generalizamos y ya generalizados todos como iguales sin serlo buscamos la individualidad en vitrinas y aparadores con opciones limitadas a la más reciente tendencia en vez de apreciar lo que somos, únicos, nos maquillamos para ser lo que yo decida ser excepto yo mismo. El buscar la individualidad de este modo es el más claro ejemplo de la perdida de la singularidad, que en el momento en el que la recuperemos seremos conscientes de nuestra existencia y libertad.

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